Bueno, para no dejar aquí muy solo... Los días han sido todos iguales. Así de triste como suena.
La verdad siempre me ha importando un cacahuate que a la gente no le guste mi manera de vestir, pero se siente feo hacer el esfuerzo de adaptar tu ropa al gusto de alguien más y que como quiera no sirva para nada. Y eso es lo que siempre pasa con mi madre. Nunca es suficiente. Yo creo que ni aunque ahora me vistiera de rosa todos los días de mi vida, estaría conforme.
No es que no la quiera. Es sólo que siento que yo sí me esfuerzo, y ella no. Ella es la siempre perfecta y yo la eternamente insuficiente. Ella es grande y yo pequeña, ella está bien y yo mal, ella es lista y yo tonta. (Alguien vió Matilda?) Y créanme, no se siente agradable.
¿Sólo porque ella es grande ya no tiene que adaptarse a nadie, y todos los pequeños nos debemos adaptar a ella? Hay cosas que son comprensibles, lo entiendo. Pero creo que soy una buena hija, siempre lo he pensado; no importa cuántas veces ella lo niegue... yo lo sé.
Yo sé que soy una buena persona.
Es tan molesto que, a pesar de yo saberlo con seguridad, ella no vea más que lo malo. ¿Qué afán tienen los adultos de siempre ver lo malo que hacemos? ¿Por qué no felicitarte por lo bueno? Es como si sólo existieras cuando cometes errores...
¿Por qué no ver que no estoy embarazada, que no me drogo, que no fumo, que nunca he llegado a mi casa hasta la madre, que no robo, que no repruebo, que jamás le reclamo cuando se va, que nunca le pedí algo que no pudiera darme, que no soy una zorra, que hago un esfuerzo? ¿Por qué no ver todo eso y concentrarse sólo en lo que no le gusta de mí?
Por lo menos yo sé que nunca será suficiente. Así que ya no me esfuerzo con el corazón, porque siempre se me rompe en el intento.
Si ni después del esfuerzo que hice te gusta, lo siento mucho. No me voy a esforzar más por algo inalcanzable.....
...............je, eso digo siempre.
Pero es bueno desahogarse.
Me permite seguir teniendo fuerzas para volver a intentar.
Oyendo: Into the fire-- The Scarlet Pimpernel