sábado, marzo 19, 2005

"But now, there's nowhere to hide since you put my love aside... I'm out of my head. I'm hopelessly devoted to you".


No sé qué me pasa. Creo que tengo PMS... las malditas hormonas me atacan y me siento triste, deprimida e insegura. Creo que después de todo, sí soy una adolescente normal. No sé ni porqué estoy así. Mientras pueda, le seguiré echando la culpa a la adolescencia.

Hoy en la mañana me dio un bajón horrible. Me sentía tan triste... no sé ni porqué. Sólo me sentía mal. Me sentía apagada, opaca. No sé. Me sentía sin importancia, sin chiste, y bastante estúpida. Sé que las hormonas me pusieron así, pero no pude evitar pensar tantas cosas que me hacían sentir tan mal.

Las siguientes líneas son producto de una tristeza sin razón que me puso a pensar en los siguientes aspectos de mi vida... son pensamientos tristes y deprimentes que derivaron de un bajón emocional, posiblemente debido a un ataque directo del Ejército de Hormonas de la estúpida Adolescencia. Advierto que no son afirmaciones, ni negaciones, ni nada. Sólo son pensamientos tristes echados al aire en un momento de depresión hormonal. Y que comience la incoherencia depresiva.

Me siento tan estúpida. Tan expuesta. No sé. Demostrando mi cariño a lo pendejo (lo que me hacen decir las hormonas...) sin obtener respuesta. Ni siquiera un no o un sí. Sólo un silencio. Un silencio con una sonrisa... una sonrisa que me vence en todo. Pero que no me dice nada... y la verdad tampoco sé porqué tengo la necesidad de saber las cosas. Creo que es cosa de humanos...

¿Es que soy tan insignificante que no merezco una respuesta? Me siento tan no-importante en tu vida. No sé lo que estás pensando, pero sea lo que sea, yo me siento menos. Me siento no considerada. No incluída. Me siento tan irrelevante en tu existir que ni siquiera tengo un pequeño espacio en tu vida. Creo que nadie dijo que la incondicionalidad carecía de dolor. Y si alguien lo dijo, o era muy joven, o era un imbécil. O ambas.

Y esos ataques. Los constantes ataques de la gente ajena que me pregunta cosas. Agh. Me siento tan estúpida, tan expuesta al mundo. Me siento vestida con un mameluco en medio de una fiesta de gala. Sé que ellos no son nadie para juzgarme, pero no tengo argumentos para refutarles nada, porque no sé nada.

No sé nada.


Oyendo: Toccata y fuga en D menor para órgano-- Bach

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