lunes, julio 03, 2006


"True friends stab you in the front".


Puta, tengo tantas ganas de escribir que no sé ni por dónde empezar. Mil millones de cosas han pasado. Advierto que este post no va a tener sentido, pues tengo demasiadas ideas en mi mente en este momento.

Revelaciones en mi vida. Esos momentos de claridad que de pronto llegan. Lo ves tan claro, y luego sha-SHA! La neblina sale de sabrá el Señor dónde y te envuelve en un manto de confusiones e inseguridades.

Y sales de ella, aunque un poco herida, pero sales. Y es de esas veces en que estás casi contenta porque las heridas (y el hecho de que estás afuera de la neblina) te dicen que ganaste esta batalla. Le ganaste a la Niebla, una vez más.

Saliste del otro lado, y ahora ves el sol, frente a tí (aunque, he de confesar que no es el mismo sol de antes, pero brilla de igual modo).

Soy una pequeña criaturita muy rara, no lo niego. Inestable, loca, tonta, hiperactiva... y probablemente insana, demente. Pero, finalmente, eso es lo que soy, y es precisamente eso lo que me hace tan feliz. Ser lo que soy, así de simple.

Esa es una de las cosas que me hace sentir tan feliz en este momento. Que me dejen ser lo que soy. Sin expectativas de nada, sin exigencias, sin explicaciones.

Tener que explicar mi mundo... es, en mi caso, una de las cosas más desmoralizantes que me han pasado. ¿Cómo explicar aquéllo que apenas comprendo? ¿Cómo describir ese lugar de fantasía? ¿Cómo, que alguien me diga, cómo poner en la tierra algo que nació etéreo?

Y, en caso de que hallara una manera de explicarlo... ¿Cómo soportar que lo desgarren con su realidad? ¿Cómo tolerar la masacre que sus conceptos provocan?

Al tratar de matar mis fantasías, me has herido del mismo modo. No pretendas separarme de ese mundo, porque es eso lo que me mantiene viva. Lo que me motiva. Es en ese lugar donde guardo mis más preciados recuerdos. Mis más profundos sentimientos. Es ahí donde viven las personas que amo. Si quieres arrancármelo, te llevarás mi vida en el camino.

Por fin entendí la razón por la que tú me matabas la alegría. Eso era. Me matabas las sonrisas, la espontaneidad, la motivación. Me exigías espontaneidad, y cuando te la dí, fue demasiado irreal para tí. Entonces la mataste, y comenzó el interminable ciclo de expectativas y negaciones. Tú esperabas que yo fuera lo que tú querías, y yo, sin mis fantasías, me negué. Tal vez sólo por llevarte la contra, o tal vez porque sin mi mundo no soy la misma.

No niego que me hiciste feliz, pero también mataste una parte de mí. Esa parte, como el Fénix, hoy revive con un nuevo rayo de sol. Es de esas veces en que una piensa que es feliz, pero no se da cuenta de cuánto más feliz se puede ser... hasta que te sucede. Y se siente hermoso.

Sentirme volar de nuevo, sentir la brisa de las ilusiones acariciando mi cabello. Sueños bailando a mi alrededor. Fantasías besándome los ojos.

Me sentía atrapada en tu jaula de exigencias y expectativas. Pero hoy soy libre. Hoy vuelo, feliz, en un cielo imaginado. Y ahí me encontré otra ave como yo. Y no sé si los dos volaremos en este lugar irreal; pero por lo menos sé que, hasta el momento, sigo volando. Él no me aprisiona. No me limita. Me deja ser.

Life can be so sweet on the sunny side of the street n_n


Oyendo: Sunny Side Of The Street-- Benny Goodman and Peggy Lee




No hay comentarios.:

Publicar un comentario