viernes, octubre 31, 2008


"Y también la culpa es tuya porque tu boca me gritaba 'Bésame', tus ojos me decían 'Bésala otra vez'."


Ya me había tardado. Ayer, iba yo tan tranquila caminando por el metro Hidalgo, cuando mis ojos notaron a un señor excesivamente parecido a un tal profesor de pociones del que se rumora soy fan. Unos segundos después, se perdió entre las masas y me dije Qué suerte tuve al verlo, con tanto gentío acá. Seguí mi recorrido para transbordar. Llevada por la muchedumbre hasta las escaleras, pensaba que estaba muy lejos del pasamanos. CATORRAZO. Resulta que pisé mal y me fui de espaldas. Una pensaría que dada la cantidad de gente, tal vez no tocaría suelo, pero esas son ilusiones pasajeras. Un dolor en el sacro ilíaco me hizo recordar la distancia entre el pasamanos y yo. Debí irme por la orilla, pensé. No había caído en la cuenta de que estaba en los brazos del señor antes mencionado… sólo de imaginar mi cara de ensueño cuando lo ví rescatándome, suelto una risita. ¡Salvada por el profesor de pociones!

Cuando llegué a mi destino, me reuní con Tortuga y unas amigas de ella en el zócalo. Formadas por una hora (¿o más?), por fin entramos al mentado juego de pelota. El juego en si a mí sí me gustó, pero el narrador era malísimo. Le quitó mucho encanto (si no es que todo). Había tanta gente que no pudimos hacer mucho, y regresé a mi casa.

Ahora sí se me queman los pies. Muero por ir a bailar. Pero ya viene La Fiesta de la Radio, y ahí me voy a desquitar bien y bonito.
Ya me estoy durmiendo…
… Con su permiso, me paso a retirar.


Oyendo: Fuerte No Soy--Intocable





jueves, octubre 30, 2008


"Busca la paz y síguela".


¡Qué dolor el de anoche! Las 4 de la mañana y yo revolcándome, muriendo de dolor y pensando en miles de razones por las cuales mi vida terminaría ahí. Hasta que recordé que hacía unas 10 horas me había comido una torta deliciosa y... CULPABLE. Creo que no vuelvo a comprar en ese puesto nunca más.

Tengo tantas ganas de salir a bailar que se me queman los pies de ansiedad. Me siento como niña chiquita, enfurruñada porque no puedo salir cuando yo quiero y con quien yo quiero. Le echo la culpa a las hormonas, como es costumbre, pero ni así me siento mejor. ¡QUIERO!

Hoy me fui a casa de la Tortuga en camión porque no traigo ni veinte pesos (y no es exageración). Para una hora de viaje no me fue tan mal; de hecho, lo disfruté. Siempre he encontrado los viajes en camión relajantes. Observar a la gente es un pasatiempo mío. Peculiaridades y gestos, color de cabello y tipo de ojos... la variedad humana es algo fascinante para mí.

El propósito de la visita era ir a ver unas clases de baile por su casa que, según, son baratas. Pero se nos ocurrió mejor rentar películas y terminamos olvidando el asunto de las clases y viendo Iron Man. No me quejo, yo amo esa película, pero ya van dos veces que nos juntamos con un propósito y no lo hacemos. Creo que la edad se empieza a notar.

No puedo creer que estoy en este estado. Como niña de ocho años, ¡qué vergüenza!... PERO QUIERO SALIR.


Oyendo: Bidi Bidi Bom Bom-- Selena





lunes, octubre 27, 2008


"Do not be awe struck by other people and try to copy them. Nobody can be you as efficiently as you can".


Bueno, me falló un día, pero aquí seguimos.

Ayer fui al mercado de Jamaica por el mero antojo de un elote. Y valió la pena. Hacía mucho que no iba a ese mercado; me imagino que mi mamá me llevó de chica, pero fue como redescrubrir el encanto del llévele, llévele. Hay algo en la vida de mercado que me parece sumamente interesante. No sabría decir qué. Tal vez el esfuerzo visible, la artesanía o el simple aroma a bazar. Muy probablemente el fácil acceso a garnachas también influye.

Total, compramos el elote y una caña de azúcar que estaba medio rancia, pero de cualquier modo fue disfrutada. Eventualmente tuvimos más hambre y dos tlayudas cayeron... ¡qué sacrificio el mío!

Hoy fue un día más lento. Se me ocurrió que sería buena idea ir a hurgar entre los viejos CD's y he terminado con un incremento bárbaro en mi lista de música. No me quejo, pero el espacio de mi compu probablemente me la está rayando en este momento.

Traigo en la cabeza ganas de ir a La Fiesta de la Radio. No hay mucho que profundizar en esta afirmación.

Por el momento no tengo más debrayes, tal vez escriba más al rato.


Oyendo: The Bridge of Khazad Dum-- LotR Fellowship of the Ring OST





sábado, octubre 25, 2008


"I put a spell on you and now you're mine".


¡Dos días seguidos de posts! Espero no ocurra un cataclismo.

Hoy entendí varias cosas, y unos cuántos veintes casi me descalabran. Pero en el buen sentido.

¡Cuán efímera es nuestra existencia! Cuando piensa una en los miles de años de historia escrita, y en los millones de años que no están escritos… mira que 70 años no es nada. Uno se parte la espalda tratando de ganarse la vida, y al final esos setenta y pico de años no son más que un corto período en la historia de la humanidad. Vamos, que me da un sentido de urgencia bárbara. Acostumbro decir “se nos va la vida”, pero hoy más que nunca lo creo. En verdad se nos va la vida, ya sea al caño, a las riquezas materiales o al desarrollo de un buen corazón, pero se nos va. Y cuando se vaya no queda más que puro color negro. ¿No les da urgencia de hacer las cosas bien? A mi sí.

Cuando era niña deseaba ser muchas cosas: patinadora de hielo, astronauta, veterinaria, enfermera… y ahora que soy “grande” como lo deseaba ser, sigo teniendo ese sentimiento de cuando sea grande quiero. He llegado a comprender lo peligroso que esto es, pues te tiene en una espera eterna. Ese sueño que revolotea sobre uno, pero nomás no se posa en ningún lugar. Es un hábito que tengo que erradicar… ¿qué estoy esperando? ¿A que tenga 30, 40, 50? Ya cuando esté toda arrugada no me va a servir de nada. ¡Se nos va la vida, efectivamente!

¿De qué sirve creer que uno logrará cosas si no las hace? La semilla que no produce fruto se pudre, y yo no me quiero poner podrida. Tiene que haber una manifestación de esa creencia en mi conducta; la fe sin obras es muerta. Cambio, fruto. Mira que sigo viva y quiero dar frutos. Dios, riégame esta semilla.



Hoy salí con la Trucha por ahí, y nos pusimos al corriente en la vida de la otra. Incluso casi formamos un Club, pero ella no se decide a formar parte. Ambas concluímos que nos hemos vuelto unas personas demasiado celosas. Sea de amigos, de parientes, de mascotas o de pareja, los celos nos corroen, nos oxidan y nos caemos en pedacitos. ¡Qué cosas! Tal vez la vida adulta (¡cómo odio la palabra adulta!) en verdad nos está cambiando; pero hasta donde yo recuerdo, siempre he ardido de celos por equis o ye razón. Que no haga pancho es distinto, pero ese ya es otro tema. También, mientras estábamos ahí, un tipo negrito nos intentó coquetear. Fue gracioso, incómodo, y al final pusimos cara de rata y seguimos con la bebida.

¡Qué día!


Oyendo: Un carro en la calle que va de reversa y se oye bip, bip, bip.





viernes, octubre 24, 2008


"La mentira tiene las patas muy cortas".


Ya sé que dije que iba a postear, pero la vida sucede, y demás.

Resulta que vengo regresando de un... vamos a llamarlo Retiro Espiritual, en el cual crecí mucho y aprendí innumerables cosas acerca de mí misma, de los que me rodearon y de Dios. Finjamos que esta es mi excusa de no postear, porque no tengo excusa verdadera.

Desde mi último post (el de hace años, literalmente), mi vida ha cambiado demasiado. A veces me arrepiento de no tener esos años escritos aquí, pero el tiempo de Dios es perfecto y por algo no lo están. Muy probablemente por cosas sumamente destructivas que me sucedieron y que prefiero no recordar. Lo triste es que prácticamente toda mi relación con Wooper* está en los rincones de mi memoria en vez de en los recovecos de este blog. Pero qué se le va a hacer.

La persona que soy hoy es completamente diferente a la que dejé en aquel último post. Pero el cambio es para bien. Sufrimiento y pruebas desarrollan carácter, y heme aquí, sobreviviendo, evolucionando a una mejor especie (a falta de mejor analogía, ya que no creo en la evolución XD). Recientemente, he tenido experiencias de esas que te tiran baldes, veintes y demás realizaciones. Algunos miedos se han ido a visitar a sus parientes y otros, más persistentes, aún luchan por el dominio total. Entre los que se fueron están Inseguridades Físicas, Prejuicios Relacionados con el Color de la Ropa y Negaciones Tontas Acerca del Color del Cabello. Me dí cuenta, más que antes y más que nunca, que yo soy quién soy y no me tengo que preocupar si jota o doble u piensan que tal o cual. Que si oigo Stratovarius y me pongo una blusa rosa… ¿qué caracoles importa? Que si tengo veintitantos y todavía veo caricaturas… ¿qué carambolas? Y que si siempre dije que nunca tendría el pelo rubio y después cambié de opinión… ¿qué? Nada, eso es el qué. Y al que me diga poser que se meta sus etiquetados en las fosas nasales.

Hoy me desperté inusualmente tarde y me tomé una considerable cantidad de tiempo en decidir cómo me peinaría. Ayer tuve la maravillosa idea de ir a escarbar al baño de mi mamá para encontrar algo que ponerme en el cabello. Efectivamente, encontré un mousse casi nuevo y decidí usarlo. ERROR. Mi pelo terminó duro, duro como cuerda de barco. Nunca en mi vida había yo sentido mi cabello así. Y eso que, usualmente, tiene la consistencia de estropajo, pero esto fue brutal. Debido a este incidente, mi decisión de hoy tomó más de lo normal, aunque los resultados fueron absolutamente mejores.

También salí con Tortuga*, a la que le sacaron una muela del juicio y tiene complejo de hámster; aunque yo digo que se ve semi-normal. Platicamos de sus tragedias varias (aparte de la muela) así como de mis diversas confesiones. No me gusta entrar en detalles de la vida de la demás gente, pero sea suficiente decir que la fuerte Tortuga se levanta del piso, dignamente, después de la cachetadota que la vida le dio. ¡Te amo, amiga! Aunque seas una mala influencia en el Jardín de Niños. Con todo y todo, si yo fuera un camello, preciosa, a ti no te escupiría.

La Tortuga y yo echamos el chal muy cómodamente. Oots. ‘Ora resulta que Casiano y Petronila ya no andan, que porqu’el Casiano no le compra sus cocoles a la Petronila, ¡fíjese nomás! Vieja interesada, ésta. Pero nomás se supo (porque usté ya sabe que acá de eso una se entera en segundos), y vieras que la Anacleta, nada tonta, que se va con el Casiano y que se jueron a darle vueltas a la Alameda. De manita sudada, y todo. Si es re bonita, la Anacleta, pero dicen por ahí que tiene un hijo perdido, ¿usté cree? Yo digo que son puros cuentos, pero ¿y si sí? Nombre, imagínese nomás la que se armaría. Aunque las vueltas a la Alameda nadie se las quita, ¿verdá? ¡Ah! ¡Y espérese a que le cuente la del Hipólito y la Ramona! Nombre… ¿cómo cuál Ramona? La del diez, que nadie la ha visto salir desde hace como 3 semanas. Pues me dijo la del dos que según ya salió con su domingo siete, pero resulta que ni es del Hipólito, ¿usté cree? Me dijeron que vieron a la Ramona una noche con el Gumersindo, pero ya nadie lo ha visto. ¡Qué vidas!

A veces soy feliz de tener la vida que tengo, pero otras, me dan ganas de ser señora de vecindá nomás por pura comedia.






*Los nombres han sido cambiados, como es usual, para proteger la identidad de los mencionados. Más que nada para que no me golpeen por escribir cosas de ellos XD


Oyendo: English Suite No. 3 in G Minor-- J. S. Bach