"Busca la paz y síguela".
¡Qué dolor el de anoche! Las 4 de la mañana y yo revolcándome, muriendo de dolor y pensando en miles de razones por las cuales mi vida terminaría ahí. Hasta que recordé que hacía unas 10 horas me había comido una torta deliciosa y... CULPABLE. Creo que no vuelvo a comprar en ese puesto nunca más.
Tengo tantas ganas de salir a bailar que se me queman los pies de ansiedad. Me siento como niña chiquita, enfurruñada porque no puedo salir cuando yo quiero y con quien yo quiero. Le echo la culpa a las hormonas, como es costumbre, pero ni así me siento mejor. ¡QUIERO!
Hoy me fui a casa de la Tortuga en camión porque no traigo ni veinte pesos (y no es exageración). Para una hora de viaje no me fue tan mal; de hecho, lo disfruté. Siempre he encontrado los viajes en camión relajantes. Observar a la gente es un pasatiempo mío. Peculiaridades y gestos, color de cabello y tipo de ojos... la variedad humana es algo fascinante para mí.
El propósito de la visita era ir a ver unas clases de baile por su casa que, según, son baratas. Pero se nos ocurrió mejor rentar películas y terminamos olvidando el asunto de las clases y viendo Iron Man. No me quejo, yo amo esa película, pero ya van dos veces que nos juntamos con un propósito y no lo hacemos. Creo que la edad se empieza a notar.
No puedo creer que estoy en este estado. Como niña de ocho años, ¡qué vergüenza!... PERO QUIERO SALIR.
Oyendo: Bidi Bidi Bom Bom-- Selena
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