martes, febrero 07, 2006

"I've tried everything but my heart does what it wants to do. I can't say no to my heart!".


Este será tal vez uno de los posts más insanos que he escrito jamás. Y eso ya es decir mucho. Primero pongo unos textos que escribí durante mi estancia en Mty. Después una pequeña reflexión y luego los debidos ponies de despedida.

Bien, ahora a los textos.
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Escrito el 30 Enero de 2006.

Metáforas semi-ininteligibles
No puedo creer que, apesar de este devastador invierno, las ciruelas hayan sido dadas.
¿Será que, inconscientemente, las he seguido regando como el primer día?
Agarro una del árbol. Me la como. Sabe tan bien. Me hace sentir feliz. Pero sé que las ciruelas no se dan todo el año.
¿Qué haré cuando el ciruelo se seque?
Lo mismo que he estado haciendo durante esta sequía.
Seguir regando ese ábrol, en espera de los dulces frutos.

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Escrito el 31 de Enero de 2006

"Tratado sobre el Bien y el Mal"
Qué estupidez tan grande. Nadie puede decir qué es "el Bien" ni qué "el Mal". Y aunque alguien lo pudiera decir (que han sido algunos millones de personas), ¿cómo saber si estás en el lado del "Bien" o en el lado "maligno"? ¿Qué está "bien" de acuerdo a qué? y ¿qué está "mal" porque quién lo dice?
Es imposible una respuesta universal sin polémica (o sin cuestionamiento). Cada quién tiene una respuesta a las preguntas; ya sea una respuesta propia o un reflejo, todos tenemos una (o muchas). Mi respuesta es muy sencilla: no existen ni "el Bien", ni "el Mal". Sólo existe el Daño y la Felicidad. Mi razonamiento es simple: si algo me hace feliz y no causa daño a nada, ni nadie, entonces está "bien". Si lastima, entonces no lo hago.
No existe el "no lo merezco". Todos estamos capacitados para conjugar el verbo merecer en cualquier persona, si lo que estamos pidiendo no lastima a nada, ni a nadie.
Claro, que habría que definir hasta qué punto se considera "lastimar", porque si lo tomamos muy en serio, entonces nadie haría nada porque "lastimaría" a todo el mundo. Y si lo tomamos a la ligera, entonces "lastimaríamos" a todos. Hay que encontrar un punto medio, un equilibrio entre mis ideas y las de las demás personas para poder formar mi propia definición de el verbo "lastimar".
Porque se puede pensar que lo que a uno lastima también lastima a otros, y viceversa. Puede ser cierto tanto como si no. Pero ya estoy divagando.

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Escrito el 4 de Febrero de 2006

No sé por qué estoy escribiendo, ni lo que quiero escribir, pero siento esa necesidad incesante que me hace sucumbir a la pluma y al papel.
Quiero... no sé. Tantas cosas pasan por mi mente en este momento. Es uno de esos instantes de ansiedad, de inestabilidad emocional que, aunque no es hormonal, altera muchas cosas en mi mente. Es como una neblina ligera que, sin llegar a ser niebla, no te permite ver.
Pero, ¿será que realmente quiero ver? Creo que en el fondo tengo miedo. Siempre lo he tenido, y también lo he sabido. Pero las ilusiones son más fuertes. Mucho más poderosas que cualquier realidad. Dicen que lastiman, pero a mí me hacen feliz. Aunque, sí, debo admitir que cuando el sol se oculta y la Ilusión no brilla más: duele. Algunas veces más que otras, pero es una verdad innegable: cuando el sol se va, algo abstracto dentro de mí siente dolor.
¿Qué es lo que me duele? Es difícil saber. Hay sensaciones que no puedo describir muy bien aún, porque no las termino de entender. Es como cuando un leopardo caza a una gacela en la sabana: se le echa al cuello, y de una mordida firme la mata, pero no se la come toda. La come un poco y luego sube el cuerpo inerte a un árbol, para seguir comiendo después. Es una reserva de alimento, pero todavía no entiendo si la guarda porque la quiere comer en algún momento o sólo para que no se la coman las hienas carroñeras.
Yo soy esa gacela y me siento a medio comer. Roída y guardada, pero no sé con qué propósito. No entiendo las acciones del leopardo. ¿Por qué no sólo comerme toda de una buena vez? ¿Hay necesidad de subir mi cuerpo a un árbol? ¿Realmente tiene miedo de que me coman las hienas? Si es así, ¿por qué no sólo comerme ya y desaparecer la posibilidad de que las hienas me coman?
O, ¿será que no sólo son las hienas? ¿tendra miedo también a los leones? ¿a los demás predadores? ¿a los buitres? Esos animales que dan vueltas y vueltas sobre tu cabeza. Vueltas y vueltas.

Estoy sobre el árbol, muerta por el leopardo. Entonces, ¿cómo hacer que él me coma si ya soy un cadáver? Sensaciones atrapadas en un cuerpo sin vida.
Pero, de pronto, los anaranjados, rosados y púrpuras hacen su danza en el cielo. Y la Ilusión vuelve. Sale el Sol y me llena con su luz. Me ciega con tanta felicidad, que se me olvida que estoy en el árbol. Colgando de una rama, embelesada con el brillo del Sol. Volando entre sueños, cegada por la luz de la Ilusión. Siguiendo el juego del Gran Astro, olvidando que soy ya un objeto; soy ausencia de vida, pero sin ser muerte. Deslumbrada, no veo nada más que luz, que Sol.
Pero los leopardos son cazadores nocturnos y las noches vuelven. vuelven a volver. Y volverán, y seguirán volviendo. Pero el Sol también conjuga el verbo volver en todos esos tiempos. Y yo sigo en el árbol; sin fuerzas, ni voluntad para bajar: esperando que el Sol vuelva a volver, y siga volviendo. No sé por cuanto tiempo esperaré, pero la rama que me sostiene me parece casi tan fuerte como las Ilusiones mismas: esperaré.

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Ya se terminaron los textos. Había otro, pero no está terminado... de hecho, creo que va a ser más largo de lo que lo tenía pensado. No sé si lo pondré acá, porque siempre he tenido el miedo de que alguien le dé copy paste a mis textos. Y, pues, éstos son cortos y los puedo volver a escribir el día que yo quiera (además creo que tienen cierta "Emi-ness" que les da cierto tipo de identidad), pero uno de los largos sería muy difícil de reemplazar. Aunque éste último sobre el leopardo y la gacela me ha gustado mucho. En un momento de confusión, me encontré con una metáfora perfecta para lo que quería describir y no podía. Adoro el lenguaje.

En fin, 13 días. En trece días me voy. No puedo creer que ya sea tan pronto. Sólo de pensar en la maleta que tengo que hacer, en las cosas que llevaré y las cosas que dejaré me da dolor de cabeza. Decidir entre millones de chácharas con valor sentimental es muy complicado. ¿Qué se queda, y qué se va? Ay, Dios, que no lo sé. I'm such a procastinator.

Ya me voy, tengo sueño... muchos saludos a los que leen, y ponies felices a todo el mundo! <3 Les aventaré florecitas y corazones a todos para que se ahoguen en la Emi-ness de mi blog =) Besos!


Oyendo: Busca Lo Más Vital-- El Libro De La Selva OST



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