miércoles, noviembre 19, 2008


"Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar, un ejemplar único, no lo dejes escapar".


¡Qué difícil es decir las cosas! De alguna manera oírlas salir de mi boca es una pizca de perturbación y algo dentro de mí se alborota, se intranquiliza. Decir lo que uno siente es muy dificultoso. Se sale del corazón y va a parar al viento o sabrá Kaiosama a dónde.

Me puedo tardar segundos en sentir una emoción profunda, pero siglos para pronunciarla. Escuchar mis propias palabras afirmando lo que está en mis entrañas es algo que me estremece. No sé si sea miedo… muy probablemente lo es, pero no sé miedo a qué.

Usualmente lo escribo porque de algún modo tiene que salir, si no, estallo. Leerlo es una cosa, pero oírlo es otra. Y con mi propia voz… qué estrépito. Mi voz, titilante, intentando vocalizar emociones, tratando de emitir sensaciones. Es embarazoso e incómodo. AWKWARD.

Antes podía decir las cosas (aunque siempre he tenido problemas para expresar emociones), pero ahora tengo una maraña de traumas atorada en la garganta y no me permite hablar. Mi voz se atasca y mis ojos, que siempre han sido fácilmente intimidables, se llenan de fugas. Mi corazón aguado escurre. Vorágine confusa.

Quiero acostarme en un prado y mirar el cielo por horas.


Oyendo: Greensleeves—Dueto Jáuregui-Canto

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