"Un sobresalto constante, estoy en una olla a presión".
Todo es tan relativo, tan confuso. ¿Fácil o difícil? El tiempo no ayuda.
Hay tanto que tengo que decir, pero se aglutina en mi garganta y no lo puedo pronunciar. Se arremolina en mi mente y es casi imposible de escribir. ¿Qué pensar, qué decir, qué hacer? Nada sé.
Bueno, sé qué quiero, pero no cómo obtenerlo. Lo más curioso es que pensé que ya lo tenía (y por algún tiempo lo tuve), pero se me perdió. No sé si el camino, o la brújula, pero algo se extravió. Y tengo miedo. Porque cuando pierdes el camino, el futuro se parte en muchas posibilidades. Eso me asusta… cruel incertidumbre, ¿por qué juegas conmigo?
Necesito más tiempo, pero estoy en una carrera con la vida; si me detengo, ella me rebasa y no se espera por mí. No obstante, tengo que pensar. Rumiar eternamente.
¿Es tan malo querer una vida normal?
Sólo me quiero refugiar en palabras divinas de aliento, y que diga la vida lo que quiera.
Oyendo: Send Me On My Way--Rusted Root
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