No sé, me siento un poco nostálgica. Y... de repente. No sé. Y eso que ni siquiera estoy en mis días xDDD (Ya sé que no necesitaban saber eso, pero debía aclarar xD). Detesto estos malditos cambios hormonales de la adolescencia. Me pegan duro, los estúpidos ¬¬ xD
No sé, de pronto me dió una nostalgia... creo que más bien es una tristeza sin razón. ¿Por qué nadie te avisa que la tirsteza también puede ser hormonal?
Extraño la luz del sol. Extraño esa interacción entre mis mejillas y las moléculas de calor en el aire. Ese jugar molecular e interminable. Extraño levantar la mirada hacia el sol y cegarme, aunque todavía puedo cegarme con el solo recuerdo. De hecho, creo que estoy ciega. Lo he estado de un tiempo para acá. Todo pasa tan rápido. El sol sale, se oculta, sale, se oculta, se vuelve a ocultar, luego sale un poco, pero se regresa. Sale de nuevo, y brilla en todo su esplendor. Pero, después de un segundo, regresa a mis mejillas a las tinieblas. Me gustaría saber qué hacer para que el sol saliera, confiado. Pero, sin embargo, espero. Pacientemente espero a que salga y brille. Y que sus rayos le pasen, en una danza aerodinámica, esas moléculas de calor a mis mejillas. Y, como quiera, yo sigo inevitablemente caminando bajo los rayos del sol. Reales o imaginarios, pero sigo caminando bajo su calor.
No sé que tengo. Y dejen mis malas analogías en paz.
Oyendo: Partus-- Stoa
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